viernes, 26 de noviembre de 2010

DIOS TE AMA

Si! Dios te ama, aunque no lo creas.

     Uno de los versículos centrales de la Biblia y por ende base de la fe cristiana, es Juan 3.16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Esta es una preciosa afirmación hecha por el Apóstol Juan y revela la razón de Dios Padre al enviar a su Hijo por nosotros.
     Hoy reconozco que muchas veces al leer este versículo no capté la magnitud del mensaje, no capté su esencia. Hasta que ví que entre las letras que conforman la palabra mundo se escondía mi nombre. Fue ahí que entendí que el amor que llevó a Dios Padre a enviar a su Hijo unigénito es un amor personal.
     Bien podríamos escribir el versículo de esta manera “Porque de tal manera me amó Dios, que dio a su Hijo unigénito, para que creyendo en El, no me pierda, mas tenga vida eterna” (cursivas y subrayado añadidos míos). Fue como si el versículo hubiese saltado de la Biblia a mis ojos, como si hubiese tomado vida.
...me amó Dios. Pero ¿Cómo es eso que Dios me ama? Y ¿Por qué? No es fácil responder a estas preguntas, pero podríamos empezar por aceptar la inmutable verdad de que Dios nos ama. Dios nos ama a cada uno de nosotros, pero no de manera general sino de manera individual. Si! Dios te ama, lo creas o no. Es fácil decir esto pero es dificil asimilarlo, sin embargo todos relacionamos a Dios con el amor. Decimos “Dios es amor” y razón tenemos, pues esta es una de las características de Dios. El amor de Dios no tiene un motivo o una razón específica, no tiene un principio determinado, no puede ser influenciado, no te lo puedes ganar, no tiene fin, simplemente es. Dios te ama.
     Muy a pesar de esta realidad nos enfrentamos a menudo con la duda, con la idea de que tal vez Dios no me ama. O tal vez estamos completamente seguros de que Dios nos ama y sin embargo algo nos roba la seguridad que tal afirmación tiene. Puede que una parte de nosotros no este tan segura y nos este impidiendo disfrutar plenamente lo que significa saberse amado por Dios.
     Tal vez las siguientes preguntas nos pueden ayudar un poco a reflexionar en esto. Por favor, tomate un tiempo antes de responderte estas preguntas y pidele a Dios que guie tus pensamientos a traves de su Espíritu Santo. Es mi deseo que el Señor te bendiga para que sigas creciendo en el conociemiento de su Palabra, en el conocimiento de su verdad.
¿Crées que Dios te ama?
¿Éres conciente de esa realidad?
¿Has dudado que Dios te ama?
¿Te sientes amado por Dios?
¿Puedes ver el amor de Dios en tu vida?
     Si dices que Dios te ama, ¿Crées que te ama mucho? ¿Poquito? ¿A veces? ¿Nada? Pues Jesús no dió un poquito de su sangre ni tampoco mucha, la dió toda. ¿Sabes porqué lo hizo? ¿Sabes porque Jesús fue obediente hasta la muerte y muerte de cruz? Para reconciliarte con Dios, para salvarte. Pero ¿porqué? Y la pregunta no tiene como fin buscar el porque necesitabas reconciliarte con Dios, no va dirigida a saber de que te salvó tu Dios sino el porque lo hizo. En la Biblia NO se nos dice que los hombres le pidieron un plan de salvación a Dios y mucho menos que fuera gratis. No hubo un hombre que intercediera por la humanidad ante Dios pidiendole un plan de salvación, como en su tiempo lo hizó Abraham pidiendo por la salvación de Sodoma y Gomorra (Génesis 18.20-33). No fue que Dios le dijo al Espíritu Santo “Espíritu Santo a que no te imaginas lo que me acaba de pedir Pépe el andaluz, me ha pedido un plan de salvación para toda la humanidad, me ayudas a convencer a Jesús para que vaya?”. Esto NO fue idea del hombre.
¿Cuál fue el motivo que llevó a Dios a idear un plan de salvación para ti? Un plan en el cual utilizó una cantidad incontable de personas, entre ellos profetas, reyes y pescadores, hombres y mujeres. Un plan el cual aun es predicado hoy en día (y gracias a Dios por esto), un plan por el cual muchos murieron por atreverse a proclamar.
     Amigos, no puedo pretender explicar lo que yo mismo no entiendo. Sólo se que el amor de Dios por mí y por tí es real. El amor de Dios se hizo carne y habitó en medio de los hombres. No hay demostración mas grande de amor que el de aquel que da su vida por sus amigos (Juan 15.13). Jesús dejó su trono, bajó a la tierra, habitó entre nosotros y dió su vida para reconciliarnos con Dios (Filipenses 2.5-8). Esta es pues la confirmación del amor de tu Padre Celestial. Dios ha dado todo por ti, hasta a su único Hijo y nada hay que El no haría por ti (Romanos 8.31-32).
     No permitas pues Amigo que la duda eche raíces en tu corazón, no permitas que pensamientos que son contrarios a los de Dios influyan en tu mente, no permitas que el diablo o el mundo te roben la seguridad que tienes en Cristo y todo lo que esto significa. Dios te cuida, te abraza, te canta, te ama, te consuela, te esfuerza, te sostiene, es tu escudo y tu lanza, tu roca fuerte, tu fortaleza. Es tu Padre Celestial que desde el vientre te conoció, te ha visto llorar y reir, te puso nombre y nada ni nadie podrá arrancarte de sus manos pues suyo eres.
Gracias Señor porque a pesar de que nos conoces nos amas

sábado, 20 de noviembre de 2010

EL PROPOSITO DE DIOS PARA LA HUMANIDAD

El propósito de Dios para la humanidad 

Creemos que el propósito de Dios para la humanidad es preparar a quienes él llama —y quienes elijan al vencer el pecado, forjar un carácter justo y crecer en gracia y conocimiento— para que posean el Reino de Dios y se conviertan en reyes y sacerdotes para reinar con Cristo a su regreso. Creemos que la razón de la existencia de la humanidad es literalmente nacer como seres espirituales dentro de la familia de Dios (Romanos 6:15-16; 8:14-17, 30; Hechos 2:39; 2 Pedro 3:18; Apocalipsis 3:5; 5:10).

Dios desea que todos los seres humanos lleguen a ser miembros de su familia en el Reino de Dios (2 Pedro 3:9). Actualmente y como parte de este proceso, Dios está llamando a algunas personas para que hereden la vida eterna al regreso de Jesucristo a la tierra (1 Corintios 1:26-28; Mateo 20:16; Juan 6:44, 65); otros serán llamados más tarde. Aquellos que están siendo escogidos en la actualidad aceptarán a Cristo como su Salvador, someterán completamente su voluntad a la voluntad de Dios y lucharán para vencer el pecado en su vida (Apocalipsis 3:21).

Jesucristo es llamado “el primogénito entre muchos hermanos” (Romanos 8:14-17, 29; Apocalipsis 1:5-6; Colosenses 1:15-18). En la resurrección, al retorno de Jesucristo, “cuando él se manifieste, seremos semejantes a él” (1 Juan 3:2). Entonces, aquellos que hayan muerto en la fe serán resucitados, y quienes aún estén vivos en la fe serán transformados. Unos y otros se convertirán en seres espirituales y miembros de la familia de Dios (2 Corintios 6:18; 1 Corintios 15:42-53), y después servirán con Cristo como reyes y sacerdotes durante su reinado milenario aquí en la tierra (Apocalipsis 5:10; 20:4).

Dos de los cargos que Cristo desempeña son los de rey y sacerdote. Él es Rey de reyes y Señor de señores (Apocalipsis 19:15-16). Es además nuestro Sumo Sacerdote (Hebreos 3:1; 4:14-16; 5:5-6; 6:20; 7:24-28; 8:1-6; 9:11; 10:12). Otros compartirán sus responsabilidades como reyes y sacerdotes, sirviendo bajo su autoridad para cumplir la voluntad del Padre (Apocalipsis 5:10).

Aquellos que sean convertidos en sacerdotes en el milenio serán responsables de enseñar a las personas a discernir entre “lo inmundo y lo limpio”, una frase que incluye el concepto de ayudarles a discernir el bien del mal (Ezequiel 22:26; 44:23-24). Como mensajeros de Dios, enseñarán la ley de Dios y harán entender su significado y su aplicación (Malaquías 2:7-9).

Entre las responsabilidades de un rey del Antiguo Testamento se contaba la de escribir las palabras de la ley de Dios y “leerla todos los días de su vida” para que pudiera guardarla cuidadosamente y jamás apartarse de ella (Deuteronomio 17:18-20). Los que sean hechos reyes y sacerdotes en el Reino de Dios serán quienes, durante su vida física, le hayan permitido a Dios escribir su ley en su corazón y en su mente (Hebreos 8:10-11; Jeremías 31:33).

Como reyes durante el milenio, van a enseñar el camino de Dios a los seres humanos que aún estén con vida en aquella época (Isaías 30:20-21). Van a administrar el gobierno de Dios en aquellas funciones que Jesucristo les delegue (Mateo 19:27-28; Lucas 19:11-19). Estarán completamente sometidos a la voluntad de Cristo, de la misma forma en que él está completamente sometido a la voluntad del Padre (Juan 5:30). Como coherederos con Cristo, van a colaborar con él para enseñar y gobernar a los seres humanos que existan en la tierra (Apocalipsis 5:10).

El plan de Dios abarca toda la humanidad. El juicio del gran trono blanco, descrito en Apocalipsis 20:11-13, nos revela que todos los seres humanos que hayan muerto sin conocer ni entender el gran plan de Dios serán resucitados y se les revelará su verdadero potencial humano. El plan de Dios es de gran magnitud. Toda la humanidad recibirá la oportunidad de aprender la verdad de Dios y venir al arrepentimiento (1 Timoteo 2:4; 2 Pedro 3:9). Esto ocurrirá después del milenio, cuando la inmensa mayoría de los seres humanos será resucitada y recibirá la oportunidad de salvación. Aquellos que se arrepientan y acepten a Cristo como su Salvador recibirán el don de la vida eterna en la familia de Dios, alcanzando el verdadero potencial que Dios les ha dado.

TE INVITAMOS A SER PARTE DE LA GRAN FAMILIA DE JESUS

TE INVITAMOS A SER PARTE DE LA GRAN FAMILIA DE JESUS

Necesitas el amor de Cristo !! recibelo en tu corazonLe invitamos a ser parte de la gran familia de Jesús.
Lea la siguiente Oración y repita con amor y humildad.
Al terminar vaya a nuestra área de contactos. Escríbanos o llámenos, queremos orar por usted.
¿Cómo Puede Ser Salvo?
Dios ha hecho todo lo necesario para darle a usted vida eterna. Él pagó el precio total por el castigo de sus pecados. Así que ahora es su oportunidad de aceptarle a Él.
En Hechos, capítulo 16, se registra el relato de un hombre, que le hizo la siguiente pregunta al apóstol Pablo: “¿qué debo hacer para ser salvo? El apóstol Pablo, le contestó: “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa”.
¿Y qué más hay que hacer?
1- Usted debe reconocerse pecador delante de Dios. Dice la Biblia: “Por cuanto todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios” (Ro. 3:23).
2- Debe arrepentirse sinceramente y pedir el perdón de Dios por sus pecados. Él está listo para perdonar a todo aquel que le pide el perdón. “Así que arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados, pues vendrán los tiempos de refrigerio de la presencia del Señor” (He. 3:19).
3- Debe confesar con su boca que Jesucristo es el Salvador de su alma y que sólo a través de Su muerte y resurrección obtiene el perdón de los pecados (Ro. 10:9-10).
4- Recibir a Cristo como único y exclusivo salvador de su alma. “A todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Jn. 1:12).
5- Debe andar en una vida nueva, dejando los pecados y la vida antigua atrás. “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Mt. 24:13). Debe ocuparse de su salvación y no descuidarla por nada. “¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (He. 2:3).
6- Busque una iglesia donde se predique el Evangelio completo, esto es, que Cristo Sana, Salva, Bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y que vuelve otra vez por Su Iglesia, una sin manchas ni arrugas espirituales (Ef. 5:27).
7- Pídale a su pastor que le bautice en las aguas, sumergiéndole en las mismas.

Si usted desea aceptar a Jesucristo en su alma y vida en este momento, ore de todo corazón así:


Orando para recibir a Cristo en su corazon“Amado Dios, acepto a Cristo, ahora mismo como único y exclusivo Salvador de mi alma. Te acepto Jesús, públicamente; no me avergüenzo de ti; perdona mis pecados. Entra a mi corazón. Cambia mi vida. Lávame en tu sangre, y ayúdame a que persevere, firme en tu camino, firme en la Iglesia. Que sea bautizado y que sea lleno del Espíritu Santo. Escribe mi nombre en el Libro de la Vida. Te amo, Jesús. Gracias Jesús, creo en ti y soy salvo ahora. Tu sangre limpió mis pecados. Amen.
Si hiciste esta oracion contactanos nos gustaria estar orando por ti, envianos un Email a: jshafick12@gmail.com     o    envianos  un    mensaje a traves de la barra de Contactanos al lado derecho del blog. Dios te bendiga. com

sábado, 13 de noviembre de 2010

EL PLAN DE DIOS PARA TU VIDA

EL PLAN DE DIOS PARA TI
El regalo más importante en tu vida

Primer principioPrimer principio:
Dios le ama y le ofrece un plan maravilloso para su vida.
Dios le ha creado a usted. Y no solamente eso, sino que le ama tanto que desea que pase la eternidad con Él. Jesús dijo, “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16).
Jesús ha venido para que cada uno de nosotros pudiéramos conocer y entenderle a Dios de una forma personal. Sólo Jesús le puede dar significado y propósito en la vida.
¿Qué nos previene conocer a Dios?

Segundo principioSegundo principio:
Todos somos pecadores y estamos separados de Dios. Por eso, no podemos conocer o experimentar el amor de Dios y el plan que tiene para nosotros.
La verdad es que necesitamos a Jesús. La Biblia dice, “pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). A pesar de que Dios desea tener una relación con nosotros, por naturaleza queremos hacer las cosas a nuestra manera. Somos personas tercas y egoístas pero con frecuencia no somos capaces de llevar a cabo hasta el fin nuestras promesas. Sin importar cuánto tratemos, siempre tropezamos.
Dentro de nosotros, nuestra actitud quizás sea similar a la de una rebelión activa o una indiferencia pasiva, pero cualquiera que sea la actitud, éstas son evidencias de lo que la Biblia llama pecado; un viejo término que literalmente significa “faltar al blanco”.
La Biblia dice que la paga del pecado de nuestras vidas es la muerte, la separación espiritual con Dios (Romanos 6:23). A pesar de que intentamos alcanzar a Dios por medio de nuestros propios esfuerzos, inevitablemente fracasamos. Simplemente nunca podremos ser suficientemente buenos.
law 2

Este dibujo demuestra el gran vacío que existe entre nosotros y Dios. Las flechas ilustran que siempre estamos tratando de alcanzar a Dios y de encontrar una vida con significado usando nuestros propios esfuerzos. Tratamos de hacer buenas obras o tomar nuevas filosofías que nos puedan guiar... pero inevitablemente seguimos fracasando.




El tercer principio explica la única forma de cerrar este gran vacío...

law3Tercer principio:
Jesucristo es la única solución que Dios ofrece para nuestros pecados. Por medio de Él podemos conocer y experimentar el amor de Dios y su plan para nuestras vidas.
Jesucristo es la solución de Dios al problema de la imperfección humana y la maldad. Gracias a la muerte de Jesús en la cruz, no tenemos que estar separados de Dios nunca más. Jesús pagó por el precio de nuestros pecados y por eso ha cerrado el vacío entre nosotros y Dios.
law 3En vez de seguir intentando alcanzar a Dios, simplemente tenemos que aceptar que Jesús y su sacrificio por nosotros son el único camino a Dios. “--Yo soy el camino, la verdad y la vida --le contestó Jesús--. Nadie llega al Padre sino por mí.” (Juan 14:6). Él además dijo, “--Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?” (Juan 11:25-26).
Pero no sólo Jesús murió por nuestros pecados, sino que también resucitó de los muertos (1 Corintios 15:3-6). Y cuando hizo esto, nos demostró sin lugar a duda que legítimamente puede prometernos la vida eterna, que Él es el Hijo de Dios y que Él es el único camino por el cual podremos conocer a Dios.
Sin embargo, el solo conocer los planes y propósitos de Dios no es suficiente. Necesitamos aceptar a Jesucristo, quien es el pago de nuestros pecados, e invitarle a entrar en nuestras vidas.
Pero no es suficiente conocer estos tres principios...

law 4Cuarto principio:
Necesitamos aceptar a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador de forma individual. Es entonces que podremos conocer y experimentar el amor de Dios y su plan para nosotros.
La Biblia dice, “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.” (Juan 1:12)
Aceptamos a Jesús por fe. La Biblia dice, “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.” (Efesios 2:8-9).
Aceptar a Jesús significa primeramente creer que Jesús es quien dice ser, y después invitarle a tomar control de nuestras vidas y hacernos personas nuevas (Juan 3:1-8).
Jesús dijo, “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.” (Apocalipsis 3:20).
¿Cómo va a responder a la invitación de Dios? ¿Qué va a hacer acerca de lo que Jesucristo dijo?
Considere estos dos círculos.
La vida dirigida por el Ego:
law 4
El Ego está sentado en el trono de su vida
Jesús está fuera de su vida
El Ego dirige sus intereses, pero éstos siempre terminan en fracaso

La vida dirigida por Cristo:
law 4Jesús está sentado en el trono de su vida
El Ego se somete a Jesús
Jesús dirige sus intereses, y éstos resultan en una armonía con Dios.
¿Qué círculo representa mejor su vida?
¿Qué círculo preferiría representar su vida?
El siguiente artículo explica cómo puede empezar a tener una relación con Jesús...

Conozca a Jesús de forma personal:
Conozca a Jesús de forma personalLa decisión de más significado que podrá tomar en su vida será la de permitirle a Dios convertirle en la persona que Él ha diseñado que sea. No es suficiente solamente estar de acuerdo intelectualmente que Jesús es el Hijo de Dios y que murió en la cruz por sus pecados. Necesitamos hacer un compromiso personal.
Hacemos este compromiso cuando regresamos a Dios y le pedimos perdón por nuestros pecados del pasado, y confiamos que entrará en nuestras vidas y le pedimos que nos haga las personas que Él desea que seamos. Esto es la fe. Y es además un acto de su propia voluntad. Si está listo para tomar este paso, sólo necesita conversar con Dios.
Recuerde que Dios conoce su corazón y por eso las palabras que use no son tan importantes como la actitud de su corazón. No importa si no está seguro de lo que le va a decir. Aquí le ofrecemos una oración modelo que usted puede seguir:
“Jesús, quiero conocerte personalmente. Gracias por haber sacrificado tu vida por mí para que pueda regresar a Dios. Quiero que entres en mi vida. Acepto que tú eres el único que me puede dar el poder de cambiar y salvarme de una eternidad separada de Dios. Gracias por darme el perdón por medio tuyo y por darme la vida eterna con Dios. Toma el control de mi vida. Házme la persona de la cual fui creada”
Cuando uested acepta lo que Jesús ha hecho, se convierte en el hijo de Dios y todos sus pecados son perdonados. Esto suena increíble, pero Jesús nos ha prometido que si le recibimos viviremos por siempre en un lugar que Dios nos ha preparado.
Si usted hizo la oración susodicha, se ha convertido en cristiano(a), que simplemente significa, “Cristo en uno”.
Por favor llene el siguiente formulario y déjenos saber si ha tomado la decisión de invitar a Cristo en su vida, para que podamos responder cualquier pregunta que tenga.
Al hacer esta oración has tomado el primer paso para tener una relación personal con Jesús. Nos encantaría orar por ti y enviarte más información por correo electrónico. En la columna derecha esta el formulario para que nos envies tus datos. Dios te bendiga.